¿Qué es la fatiga visual y cómo podemos evitarla?

Quizás hayamos escuchado alguna vez el término fatiga visual, e incluso quizás lo hemos experimentado en primera persona, sobre todo si realizamos tareas visuales que requieren unas condiciones mínimas para llevarlas a cabo de manera correcta. La fatiga visual es un término médico, que puede ser causado, entre otras cosas, por una iluminación incorrecta en nuestro lugar de trabajo. Por ello, es importante que conozcamos de que se trata, cómo podemos sospechar si la estamos sufriendo y cómo podemos evitarla. De esta manera, ganaremos bienestar ocular y esto tendrá repercusiones muy positivas en nuestra salud.

La fatiga visual

Estamos ante un término médico que afecta a los ojos, y que cada vez más personas sufren en la actualidad. Se da cuando nuestra vista se cansa en exceso y durante un periodo de tiempo continuado, y a consecuencia aparecen algunos dolores y problemas de salud derivados de esta fatiga. Pasamos gran parte del día con los ojos abiertos; la vista es uno de nuestros sentidos principales, y por ello está continuamente trabajando. En función de todo lo que vemos, nuestros ojos van acomodándose a las diferentes luminosidades y distancias, por lo que realiza continuados enfoques que va cambiando a cada momento. El cristalino, con el tiempo, sufre las consecuencias de los diferentes cambios que debe realizar para enfocar estímulos en diferentes distancias. Cuando debemos fijarnos en estímulos cercanos de manera reiterada y durante un periodo de tiempo medio y/o largo, nuestros ojos van cansándose poco a poco hasta que aparecen una serie de molestias que nos hacen querer cerrar los ojos y descansar. Cuando esto ocurre, estamos sufriendo fatiga ocular; si este estado se alarga todavía más, las consecuencias son cada vez peores, por lo que es importante intentar evitar, en la medida de lo posible, que esto ocurra. La fatiga visual es muy frecuente en estudiantes o personas que, por sus circunstancias personales o laborales, pasan muchas horas frente al ordenador, leyendo o escribiendo. Puede aparecer, por tanto, tras intensos días de estudio o tras la jornada laboral. Las situaciones en las que ocurre son tan cotidianas que estamos ante un problema ocular que cada vez padece más gente, aunque no todos le dan la importancia que merece.

Síntomas de la fatiga visual

Los síntomas aparecen en el momento en que los ojos se resienten y no les ofrecemos el descanso que merecen. A medida que vamos alargando el momento del cansancio ocular, los síntomas van subiendo de intensidad hasta poder llegar a ser muy molestos. El listado de síntomas que encontramos a continuación puede hacernos descubrir que padecemos fatiga visual, por lo que merece la pena no perder detalle. Así, los síntomas más característicos son los siguientes:

Hiper sensibilidad ocular

En un momento dado, los ojos empiezan a escocer, a picar, notamos sequedad o, por el contrario, nos lloran más de lo habitual. También es posible que notemos como nos molesta algo en su interior, aunque en realidad no existe ningún cuerpo físico dentro de él.

Dolores

Esta sobrecarga de esfuerzo puede provocar dolores de cabeza, de ojos e incluso de cara. Además, puede provocar migrañas, sobre todo en aquellas personas que son propensas a ellas.

Mirada vaga, con dificultad de enfoque

El constante esfuerzo ocular puede hacer que el ojo pierda efectividad a la hora de trabajar, y tenga errores al enfocar. Entonces puede aparecer la vista borrosa, sobre todo a la hora de cambiar de objeto visual, si este implica cambios de distancia.

Enrojecimiento del ojo

La vista cansada de manera excesiva también tiene color; un color rojizo que aparece en la parte blanca de nuestros ojos, formando pequeños filamentos de un color rojo intenso.

Problemas de vista

A la larga, la fatiga visual puede provocar ciertos problemas de vista, como la necesidad de usar lentes. Por ello, es importante no cansar en exceso nuestros ojos, optando por instalar una luz adecuada en nuestro lugar de trabajo y realizar descansos cada cierto tiempo cuando debamos fijar la mirada en algún objeto durante un largo rato.

Prevenir la fatiga visual

Existen dos mecanismos para prevenir la fatiga visual, y evitar que aparezca. Es importante tenerlos presentes, pues con ellos evitaremos las consecuencias negativas que nos aporta este problema. Estos dos mecanismos son los siguientes:

Descansos periódicos de nuestras actividades visuales

La fatiga visual está provocada por una tensión reiterada de nuestros ojos, por lo que realizar descansos para que nuestra mirada descanse puede evitar este problema. Para ello, es recomendable realizar paradas cada 2 horas de trabajo, y evitar usar dispositivos que sigan necesitando un trabajo excesivo de los ojos. Cerrar los ojos durante 10 minutos suele ser una buena recomendación para evitar la fatiga visual.

Instalar una luz adecuada

La luz que tenemos en el lugar de trabajo puede tener mucha culpa de nuestra fatiga visual. Si la luz es escasa e insuficiente, nuestros ojos necesitan realizar un mayor esfuerzo para poder ver. Si esto se mantiene en el tiempo, existen muchas probabilidades de sufrir este problema. Cuando hablamos de instalar una luz adecuada en el lugar de trabajo nos estamos refiriendo a:
  • Instalar una luz general, situada en el techo, que ofrezca una luz uniforme a toda la habitación donde nos encontremos. Para ello, podemos usar plafones (como el plafón serie Emboss de vidrio opal satinado, o el Plafón Serie Pop).
  • Instalar una luz focalizada, proyectada sobre nuestra mesa de trabajo, que nos permita poder ver con claridad sin necesidad de tener que forzar demasiado la vista. Nos pueden servir las lámparas de sobremesa que nos permitan dirigir la luz donde la necesitemos (son algunos ejemplos la lámpara de sobremesa serie Bo-La, la lámpara de sobremesa MLN Perceval o la lámpara de sobremesa articulada MLN Elea Lectura).
Además, es importante que no se creen diferentes contrastes entre luz y oscuridad, para evitar el sobreesfuerzo del ojo a los diferentes ambientes lumínicos. Por tanto, es recomendable tener estos dos tipos de luces encendidas; aunque esto suponga un mayor gasto lumínico, supondrá una prevención en problemas de salud. Los lugares en los que situemos cada una de las luces también serán importantes, sobre todo cuando trabajamos con elementos que puedan reflectar, como es el caso de pantallas. Los reflejos pueden provocar, también, fatiga visual y dañar nuestra vista; por ello, es importante seleccionar selectivamente los lugares donde vamos a instalar los puntos de luz, de manera que nos aporten la luz suficiente para poder ver con claridad nuestros apuntes, sin reflectar en nuestros dispositivos informáticos. Además, es importante evitar la luz directa en aquellos momentos en los que no estemos realizando tareas altamente visuales, pues una sobreexposición lumínica también puede ser causante de problemas en nuestra vista. Por todo ello, usar la luz en función de nuestras necesidades nos puede evitar sufrir problemas de salud, en especial relacionados con nuestra vista. Si nos hemos decidido a adecuar la luz de nuestro lugar de trabajo para evitar la fatiga visual, www.milan-iluminación.com pone a nuestra disposición un amplio catálogo de lámparas entre las cuales encontraremos aquellas que más se adapten a nuestras características y espacios. Sus diseños exclusivos nos permiten encontrar aquellos modelos que encajen a la perfección con los elementos decorativos de nuestra estancia. Tenerlas en cuenta puede facilitarnos la tarea de encontrar la iluminación correcta para nuestro lugar de trabajo.