La Lámpara TMC


La lámpara TMC es una lámpara diseñada por Miguel Milà i Sagnier. Lámpara TMC, un acrónimo que significa "chrome sección móvil," sólo hay un punto de un largo proceso de diseño y rediseño del mismo principio que las variaciones afectan los distintos elementos que lo componen. Tipológica, fue resuelto por completo en 1960, pero no fue hasta 1961, cuando ganó el Delta de Oro, que se dio a conocer. Como han dicho los diseñadores de la próxima generación-Jordi Mañá Delgado, Òscar Tusquets –, con esta y otras luces de su Miguel Milá cambió por completo la idea de que es una luz. El argumento por el cual obtuvo en 1986 el premio ADI FAD a los 25 años era: "a"la renovación conceptual de este tipo de objeto que sigue siendo totalmente válido y actual. Pero además, como Federico Correa "lo que hace que este diseño es que puede ser en cualquier lugar". Y así es. Desde 1961, TMC ilumina muchos hogares de la ciudad, casas de verano, lugares públicos, oficinas, salas de espera, etc.. Prácticamente no dejó de ser producido y siempre han mantenido constante ventas de varias versiones.


Historia


El autor ha explicado varias veces, en 1956, su tía Nuria Sagnier, de profesión escritor, le encargó a la firma de diseño, como Mila quería poner una lámpara TMC. Más tarde, cuando Milá ya trabajó en su propia, continuó actuando en la luz. Materiales probados para la estructura y la pantalla y para investigar cómo tratar el cable eléctrico, además a los mecanismos del interruptor. En 1957 hizo una nueva versión "con un pie contundente – explica Milá – compuesto por dos tableros de madera de nogal y una pantalla de metacrilato que se desliza entre las dos tablas de frenado por una paral·lelògram elástica". Esta lámpara fue el cable eléctrico visto y ya había pintado la base de metal en forma de una cruz. Un año más tarde vino la luz que ocurriría como un TMC.

En 1983, junto con el arquitecto Pep Bonet Bertrand de BD Ediciones de Diseño, el reconstruido y simplificar algunos aspectos y mejorar los dispositivos. En la década de 1990, siempre con BD, han conseguido nuevas versiones, como el latón dorado. Con este largo proceso de diseño y rediseño, lo TMC es muy refinado, pero fue en 1961. Han sido simplificados al máximo todos los mecanismos de funcionamiento: el deslizamiento de la pantalla a un poste, que es un perfil único de acero cromado; la explotación, mediante manivela articulada que entra en un agujeros distribuidos cada 10 cm en este perfil; Negro azul Royal acero soldado en una base formada por dos perfiles transversales en una x asimétrica y un interruptor incorporado en el mismo cable. Los que hay es asimétrica y orgánica equilibrada a pesar del hecho que la impresión que da es que han respetado las formas geométricas simples. La pantalla, que parece un cilindro regular, tiene realmente la forma de una pera. Esto evita la deformación debido al peso mismo. Las versiones posteriores tienen que sobre todo la que no se ve pero que puede verse cuando se utiliza mejorar. Tienen diferentes materiales: hierro pintado en el fuego ha dejado en el acero azul; o latón dorado, o aluminio; y el acero latón-plateado. También ha perfeccionado el mecanismo del interruptor sin que han entrado en cualquier complicación innecesaria.

Ahora, a pesar de todos los cambios, la lámpara TMC sigue siendo la misma. Tiene su propia personalidad. Esencialmente es un gesto, el gesto de dos dedos tirar un cable hasta que oiga un clic y luego dejar ir con la misma suavidad. Por eso ha logrado establecerse como un verdadero clásico


Características


Esta lámpara fue diseñada para que pueda variar la altura del punto luminoso según la voluntad, [1] que es, porque tenía una pantalla que se mueve verticalmente a un eje de apoyo por lo que podría ser cómodo al sentarse y cuando está bien.

Vale la pena seguir el razonamiento de Mila: "nació en el adecuadamente sería el TMC, tubo inicialmente cuadrado del hierro una pieza y pintado en negro con los pies para equilibrar el movimiento asimétrico de la pantalla. Esta fue una placa de acrílico traslúcida blanco y fue capaz de ascender y descender según sea necesario a lo largo de la parte superior, y su posición podría fijarse a través de agujeros en los que entraron en la manija, que actuó para establecer. Más adelante, para evitar el desplazamiento de la pantalla daña la pintura, se pensó un cromo la mitad del tubo donde él resbaló la pantalla. Además, el brillo de los cromados relevó el aspecto del pie." En otro contexto, Milá afirma que la idea de dividir la estructura en dos partes también respondió al deseo de simplificar el embalaje.